Si solo nos fijáramos en el título, parecería que estamos ante una novela de humor, pero basta con comenzar la lectura para descubrir que la vida de Alana, la protagonista, verdaderamente está marcada por la tristeza: sufre obesidad y está llena de complejos, no logra integrarse en el Instituto y atraviesa las secuelas de un divorcio conflictivo entre sus padres: mientras su padre rehace su vida y construye una nueva familia, su madre no logra superar la ruptura y padece graves trastornos mentales.
La situación logra sostenerse mientras cuenta con el apoyo de Emiliano, amigo de la infancia que poco a poco se convierte en alguien más especial, pero un giro en la relación desencadena una profunda crisis.
Entre los temas que aborda la novela destacan la importancia de pedir ayuda a nuestros seres queridos, de no construir nuestra identidad a partir de lo que piensen los demás, y la necesidad de alejarse de quienes nos perjudican, por mucho que duela. También transmite un mensaje de esperanza: por muy oscuro que parezca el túnel, siempre existe la posibilidad de encontrar una salida.
Alana sueña con ser escritora y sigue con entusiasmo a una influencer que enseña a escribir en redes sociales. A través de sus propios ejercicios de escritura, se reconstruyen distintos episodios de su vida, lo que aporta a la novela un recurso narrativo original y muy interesante. Destaca también la habilidad narrativa de la autora mexicana para transmitir la destructiva espiral descendente en la que se ve atrapada la protagonista.
El tono y el lenguaje, a pesar de la utilización de numerosos giros del español mexicano, es especialmente adecuado para lectores jóvenes, que probablemente se sentirán identificados con la historia.
Voto positivo
No hay comentarios:
Publicar un comentario