Esta obra que aúna narrativa y
libro informativo nos presenta a un tejón que disfruta del silencio y la
tranquilidad de su bosque y al que le gusta rememorar tiempos pasados junto a
su madre. Esos momentos de introspección se ven interrumpidos por las
travesuras de las ardillas y por un hecho que pondrá en peligro su entorno.
A pesar de su tono poético y
reflexivo y unas ilustraciones con mucho encanto, con dominio de la técnica, elaboradas
en lápices de colores de tonalidades suaves y otoñales que desprenden ternura, no
alcanza la calidad que esperamos. El ritmo es muy lento y su lectura en ciertos
momentos es tediosa. La traducción del ucraniano no ayuda, además de que no se
ha hecho una buena revisión del texto. He podido ver una falta de concordancia
de género, entre otros errores. La combinación de los apuntes de botánica y la historia del tejón no
resulta nada atractiva de la manera en la que se narra. Por otra parte, su
final resulta aleccionador y sus diálogos adolecen de cierta frescura.
Voto negativo.
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