Rubén es un adolescente de 13 años que tiene que irse a vivir con sus abuelos paternos porque los maternos, con quienes se había criado, han muerto en un accidente de tráfico. Su madre se desentendió de él siendo muy niño y su padre falleció en situaciones no claras. De una vida cómoda en la ciudad pasará a vivir con unos desconocidos para él en un pequeño pueblo. El cambio no será fácil pero aprenderá a recomponer su vida emocional y valorar aspectos importantes derivados de una vida sencilla pero auténtica.
Historia conmovedora, bien desarrollada, narrada en primera persona por el propio protagonista que nos lleva a la España de 1979 con unos personajes, tanto principales como secundarios bien definidos y creíbles. Aborda de manera muy convincente temas como el amor incondicional de unos abuelos a su nieto y la importancia del arraigo, las raíces, para poder reconstruirse personal y emocionalmente.
Un canto a la vida sencilla pero con valores potentes y verdaderos. Una lectura muy amena .Voto POSITIVO
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