Will es un chico
adolescente que estudia en un colegio británico. Vive con su padre al que han
despedido del trabajo hace algún tiempo. Eso provocó que se separa de su mujer
y ahora viven juntos, padre e hijo, en una situación de “pobreza”. Las barreras
invisibles de la pobreza. En casa no hay apenas comida ni calefacción pero él
asiste a un colegio donde se puede relacionar con niños de cualquier situación
social, incluso bastantes ricos como su mejor amigo. Cada día va al cole con
sus zapatos de suelas agujereadas. Sus zapatos no son solo un calzado, son un símbolo
tangible de su situación económica.
La novela tiene
una gran habilidad para tratar temas como el acoso escolar, la autoestima y las
diferencias sociales, siempre con un toque esperanzador. La evolución del adolescente es uno
de sus mejores valores. A lo largo del libro Will atraviesa un viaje de aprendizaje para descubrir que pese a toda
adversidad el apoyo y la solidaridad (de padre y amigos) pueden tener un
impulso transformador.
Parece un libro
diario. Un cuaderno manchado en los márgenes y con garabatos de estos que vamos
haciendo mientras pensamos en otra cosa, en blanco y negro, con composiciones
que refuerzan el aislamiento o la incomodidad que siente Will, pero según
avanza la historia y el personaje empieza a conectar con otros, los trazos se
transforman a más cálidos. Estos dibujos acompañan el relato emocional del chaval.
Se respira
frustración en toda la narración pero también coherencia, honestidad y
esperanza.
El drama económico
familiar es tal que me ha llevado a las películas de Ken Loach y su realismo
social.
Recomendado para
conocer diferentes realidades y sobre todo por el tono esperanzador.
Mi voto es
positivo
Totalmente de acuerdo contigo, el libro hace conocer las diferentes realidades en una misma sociedad, y trata temas muy actuales e importantes con un tono esperanzador. Me parece muy recomendable y apto para la muestra.
ResponderEliminarMi voto es POSITIVO.