La faisana Feliciana se enfadaba mucho cada vez que iba a comer moras por el camino del Roble Viejo. Cada vez que cruzaba, un coche pasaba veloz y le daba un buen susto. Un día, paseando por el pueblo, vio a una mujer de amarillo que paraba el tráfico para que pasaran los niños, y se le ocurrió una buena idea. Nunca más ningún animal quedaría aplastado como un huevo frito.
Esta joven ilustradora lleva ya unos 12 años ilustrando libros con muy buena acogida. Se inspira en entornos rurales y, tanto los animales como los niños, tienen rostros simpáticos y tiernos. En los paisajes campestres suelen dominar los colores oscuros terrosos que contrastan con focos claros de luz, con un cierto realismo. Algunos podrían se perfectos bodegones o cuadros de finales del siglo XIX. Son las personas las que tienen, de alguna manera, un toque que proviene de la caricatura y encajan a la perfección en su entorno creando una visión nueva. Un contraste asombroso.
Voto positivo
Mil disculpas, pensé que a este libro le había hecho la entrada yo hace tiempo, me he debido liar. Faisana Feliciana vive cerca del pueblo de Bellas Lomas y tiene un serio problema: el tráfico que pasa por el camino del Roble Viejo y que cada día está a punto de atropellarla a ella y a algún animal del bosque. Feliciana le ha comunicado esta situación al alcalde, pero no ha recibido respuesta. Un día, faisana Feliciana vio cómo una mujer dirigía el tráfico en Bellas Lomas y tuvo una gran idea. Empezó a dirigir el tráfico y cada vez que un animal deseaba cruzar el camino, ella paraba la circulación de vehículos. Feliciana se hizo famosa, sin embargo, el alcalde no se interesaba por ese personaje singular de su municipio. Un día, “Tesoro Mío” la gatita del alcalde se extravió en el bosque y llego a casa de Feliciana. Cuando la faisana acompañaba a la gatita de vuelta a su casa, tuvo que ejercer de guardia de circulación y para un coche para poder cruzar, justamente paró el coche del alcalde. Desde ese momento, el alcalde comprendió el gran trabajo de Feliciana y su altruista labor. Le hizo un homenaje y además le regaló un uniforme de guardia de tráfico y una señal a su medida.
ResponderEliminarTanto la historia como las ilustraciones ocurren en un entorno rural, donde conviven animales y personas, predominan los tonos verdosos y ocres del campo y para seguir la trama se alternan ilustraciones a doble página con pequeñas escenas. La autora ha trabajado en diseño de personajes para animación y publicidad y es algo que se advierte en su manera de ilustrar.
Es un álbum muy agradable, que defiende la naturaleza de un modo original, sin embargo, ni la ilustración, ni el modo narrativo me han parecido al mismo nivel que otros libros de la Muestra, mi voto sería de RESERVA.