Había una vez dos amigas: María y Marta. Una era una niña y la
otra una sirena que vivía en el mar. Pese a que cada una tenía su hábitat en un
sitio diferente, ambas quedaban cada día para jugar.
Cada cierto tiempo, en una noche, se celebraba La Fiesta de
la Luna de las Sirenas, en la que Marta, y el resto de las criaturas marinas, podía
nadar fuera del agua y explorar el mundo de los humanos. Pero era muy
importante regresar antes que desapareciera por completo la luna en el mar, para
que no se perdiera esa magia.
De ese modo, la noche esperada llegó y ambas pudieron
compartir tiempo fuera del agua, visitando el pueblo y el hogar donde vivía
María, compartiendo momentos, experiencias y juegos.
Una trama singular y llena de encanto que nos traslada a un cuento
de hadas, en el que lo mágico caracteriza el relato, con una historia que se sumerge
en una aventura cuando una rama se interpone en su camino, dejándolas atrapadas
y poniendo en peligro el hechizo de la noche.
Una bella obra repleta de color. Las ilustraciones
conforman junto al texto la historia en el que se aprecia la complicidad de ambas
protagonistas, poniendo en énfasis diferentes valores y ofreciendo un relato que,
además de dinámico, deja un bonito sabor de boca.
Voto positivo.
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