Un león con una enorme barriga y un enorme dolor estómago llega
a la consulta de la doctora Durrell. Aun con algo de miedo, la doctora no duda
en ayudarlo y comienza a examinarlo atreviéndose a introducir su brazo en las fauces
del felino. Comienza entonces un increíble desfile de personajes que ha
engullido el león tragón, entre otros, un montón de pingüinos. ¿De dónde habrán
salido?
Este cuento juega con diversos elementos para construir un
relato bastante surrealista que, sin tener tintes aleccionadores, alberga un trasfondo
que reivindica la libertad de los animales enjaulados. Utiliza el recurso de la
acumulación, los flashbacks y la hipérbole para construir un desconcertante enredo,
encauzado con diálogos rimados y valiéndose de la repetición de fragmentos para
retomar el hilo de la narración.
Así transcurre esta historia, ideal para leerla en voz alta,
con un ritmo trepidante y una, como poco sorprendente, serie que parece no
tener fin. El por qué el león se ha comido a toda esa gente, incluido un
autobús lleno de pasajeros, es un enigma que se desvela al final, cuando el
león y la doctora se quedan por fin a solas en la consulta.
La mano de Anna Font ilustra con gran plasticidad estos
descabellados acontecimientos, con mezcla de colores, patrones, superposición
de figuras, etc., que complementan lo caótico de este lío monumental.
Me gusta para hacer una lectura exagerada con humor, pero reconozco
que tengo algunas dudas y quisiera darle otra vuelta más adelante, cuando
hayamos valorado más títulos. De momento lo dejaría en RESERVA.
La hilarante historia que le sucedió a la doctora Durrell el día que un león llamó a la puerta de su consulta para pedirle ayuda por su fuerte dolor de barriga. La doctora Durrell, aunque asustada, metió la mano en las fauces del león para sacar de su barriga lo que le producía el malestar. Y para su sorpresa comenzó a salir gente: un padre que busca a su hijo, el taquillero del zoo, una ambulancia, ¡un autobús!... y un montón de pingüinos.
ResponderEliminarEl relato es pura comicidad, porque un león llame a la puerta de un médico pidiendo auxilio, por las conversaciones surrealistas que se dan cada vez que salen personajes del interior del león y por la razón que da éste para haberse tragado todo aquello. Las ilustraciones fomentan el toque humorístico con las expresiones de incredulidad y asombro de los personajes, que son las mismas que las del lector, haciéndolo partícipe de la historia.
Me ha parecido un libro muy divertido que provocará las risas de la familia al leerlo, pero como hay que elegir y desechar, este se queda en RESERVA.