Un grupo de amigos ha sido invitado a la fiesta de cumpleaños
de la liebre, que vive al otro lado del bosque. Le han preparado una gran tarta
de varios pisos que, entre todos, llevan con mucho cuidado. El camino no será fácil,
pues atravesar el bosque presenta desafíos que les pueden impedir llegar a la
celebración con el pastel intacto.
El grupo está formado por un conjunto de animales muy
variopinto, desde una luciérnaga hasta un lobo. En esta pandilla todos son
importantes y necesarios en algún momento, ya que la habilidad que es el punto
fuerte de cada uno de ellos será esencial para conseguir llegar. En el camino van surgiendo dificultades y obstáculos
que tienen que superar y, ante cada evento, según requiera el problema al que
se enfrenten, destaca uno de ellos encabezando la acción. Así, todos son
protagonistas y comparten liderazgo. En definitiva, todos hacen lo que mejor se
les da según su naturaleza.
Tiene estructura de repetición: se plantea el problema, se lanza
el interrogante de cómo lo solucionarán, y se pone en valor la destreza de alguno
de los animales; ideal para la lectura en voz alta y la participación activa. Muchas
canciones infantiles tienen este argumento (cómo vamos a cruzar el río, a atravesar
la montaña, etc.), y es muy estimulante y entretenido para los pequeños. Además
incorpora juegos que hacen retroceder y buscar en elementos que hemos pasado
por alto y que son necesarios para avanzar en la historia. En cuanto a la
ilustración, animales humanizados, una paleta terrosa y texturas que recuerdan a
los troncos y la madera configuran un típico bosque otoñal.
Es un cuento que enseña a valorar al compañero, precisamente porque es diferente. A no
compararlo ni medirlo en base a las aptitudes del otro, sino a apreciar y
admirar las fortalezas de cada uno. La repetición, las onomatopeyas y el juego
de pistas me parece que suman y enriquecen la lectura. Mi voto es POSITIVO.