Libro de divulgación científica
para enseñar a los más pequeños que la Tierra no es plana. Para ello empieza
con varios experimentos, al alcance de todos, que demuestran, sin necesidad de
ser científicos, que la Tierra es redonda. Después pregunta cómo sería una Tierra
plana y, a continuación, en cada doble página expone las consecuencias y las
razones por las que sabemos que no es así. Por ejemplo, el límite de la Tierra,
lo que sería el fin del mundo. Para acabar, anima a pensar qué otras formas podría
tener la Tierra y deja una página en blanco para poderla dibujar.
El mensaje es claro, conciso y
directo, la Tierra es redonda, no plana. Además, aparece al principio y con
letras bien grandes para que quede bien claro. El resto del texto usa la ironía
para subrayar el error de pensar que pueda ser plana y se apoya en la comicidad
de las imágenes para demostrarlo. Las ilustraciones, sobre fondo blanco, son
vibrantes y muy coloridas, como suele ser el trabajo de Andrea Antinori, que
utiliza varias técnicas, collage, lápices de colores y tintas. Con un trazo muy
infantil, pero con una gran capacidad narrativa, desarrollan cada idea
propuesta, la mayoría en doble página.
Al parecer, aunque es un tema
que se creía zanjado, cada vez hay más personas convencidas del terraplanismo.
Por lo que considero este libro muy valioso, no solo por su mensaje, sino por la
estética lúdica con la que lo trata Antinori. Fomenta la curiosidad por conocer
el mundo donde vivimos y estimula la creatividad imaginando cómo sería de otra
forma. Por eso creo que las familias lo van a pasar muy bien leyendo juntos
este libro.
Mi voto por todo ello es
POSITIVO.
Libro de “no ficción” que reflexiona sobre un tema que, desgraciadamente, parte de la sociedad actual pone en tela de juicio, que la tierra no es redonda. Este libro es una clara apuesta por la ciencia, adaptando los conceptos para hacerlos cercanos a los más pequeños. Mediante el uso de la ilustración contesta a las hipótesis que pretenden cuestionar ideas e incentivar la inquietud investigadora de los niños, ese espíritu curioso que lleva a plantearnos diferentes realidades que se podrían dar y cuán posibles o imposibles resultan para la lógica y la evidencia científica.
ResponderEliminarLa esencia de este álbum son las ilustraciones que, siendo de gran simplicidad formal, tienen un enfoque didáctico y una palpable ironía que le da al libro un cierto aire provocador que desafía los postulados erróneos que estamos oyendo hoy en día.
Parece que este título inaugura una serie llamada “Verdadero o falso”, orientada al pensamiento crítico y a despertar la curiosidad científica en los primeros lectores. Este volumen, por el tema que trata, sus ilustraciones imaginativas y juguetonas pero a la vez cargadas de sentido e intención, y el propósito con el que ha sido creado, pienso que deberíamos incluirlo. Voto POSITIVO.