El abuelo Ángel ha muerto. Mario y su hermano Sergio quedan desolados. En el tanatorio, rodeados de amigos y familiares, los hermanos recuerdan los momentos vividos con su abuelo en el pueblo, su sonrisa, comprensión, alegría y bondad.
Basado en hechos biográficos del propio autor, este cómic supone un precioso y emotivo homenaje de un nieto a su abuelo. Con gran sensibilidad, el autor aprovecha el día del tanatorio para presentar una despedida que es triste y dolorosa pero que también permite al personaje darse cuenta del comienzo de su madurez, de un camino personal marcado por el recuerdo de su abuelo.
El guión es sencillo, realista, entrañable, e incluso en momentos divertido. A nivel gráfico asistimos a una narración expositiva de los hechos, con ilustraciones que acompañan al texto que no resultan muy expresivas.
En general, un precioso cómic que a todos nos hace recordar a nuestros abuelos y abuelas que tanto nos marcaron en nuestras vidas. Un merecido homenaje. Voto POSITIVO
Sin poder estar en contra de todo lo dicho por Elisa, reconozco que para mí, este cómic no me ha enganchado suficientemente. Creo que es fruto del inicio de una carrera de un autor muy joven, que si bien podría aportar muchas cosas en un futuro en esta primera obra no me ha conseguido transmitir toda la profundidad de los sentimientos que, a priori, refleja la historia. Aunque es un buen dibujante me parece un poco plano en su forma de comunicar, tanto por el dibujo como por el modo de contarnos sus vivencias. En ese sentido mi voto sería NEGATIVO aunque como no encontramos demasiados títulos dirigidos a jóvenes que cuenten historias sobre cómo enfrentarse a la muerte de seres queridos a través del cómic pues podría incluirse en la Muestra.
ResponderEliminar