El punto de partida de este best seller de fantasía coreana nos trae a la mente a Charlie y la fábrica de chocolate. Una carta misteriosa, curiosamente también con un cupón dorado, es el pasaje para que Serin viaje a “La tienda que abre al llover” en la Ciudad Arco Iris. Un lugar fantástico en el que puedes canjear tu tristeza por felicidad, es decir, variar el rumbo de una vida desdichada para cambiarla por otra feliz. A lo largo de esta aventura regresa a la mente del lector una y otra vez Harry Potter, en ocasiones acompañado por Alicia en el país de las maravillas. No es de extrañar si tenemos en cuenta que los coprotagonistas de esta historia son los dokebi, criaturas de la mitología coreana con muchos puntos en común con nuestros duendes.
Toda la historia gira en torno a Serin, una niña solitaria que no encaja en su entorno, ni social, ni económica ni familiarmente. Apenas se permite tener sueños aunque sean tan ajustados como gustarle a un chico o ser buena en Taekwondo. Fielmente acompañada por una gata que cambia de tamaño a capricho y con un tiempo límite para cambiar su destino, Serin deberá encontrar la esfera que cambie el rumbo de su vida. La historia promete y cuenta con el aliciente de descubrir elementos de la cultura coreana pero el desarrollo de la historia es muy repetitivo y con elipsis difícilmente explicables desde el punto de vista argumental. Todo el desarrollo acaba desembocando en una apoteosis de buenos consejos e intenciones para descubrir la alegría de vivir, el valor oculto de todo lo que te rodea, los verdaderos lazos del afecto y el logro de los objetivos una vez que das el paso y luchas por alcanzarlos.
Desde mi punto de vista es muy decepcionante, aunque quizá encaje mejor en las expectativas de los jóvenes mayores de 12 años. La edición tiene fallos inexplicables, no sé si por la traducción o por el poco cuidado en la revisión del texto. Hay muchas discordancias de género, expresiones y giros que no se utilizan en castellano o que se entienden regular. No es el tono general, pero se repite más de lo deseable.
Mi voto es dejarlo EN RESERVA. Tiene vocación crossover por lo que podría encajar tanto en mayores de 12 como en jóvenes.
Este es un libro que pertenece a un subgénero de la fantasía que se denomina cozy fantasy muy de moda en las edades que abarca la adolescencia. Son libros que siempre acaban bien, el término cozy hace referencia a tranquilidad, lo acogedor; y el término fantasy se refiere a la magia, los seres extraordinarios y mundos fantásticos.
ResponderEliminarSon libros sencillos que apelan a la vida cotidiana y reconfortante a pesar de la parte mágica que contienen. Llevan también aparejadas un viaje curativo para el alma. La trama transcurre sin sobresaltos, situaciones predecibles y los personajes no afrontan grandes desafíos.
Este libro que nos ocupa cumple con estas características aunque, como dice mi compañera de lectura, se hace un tanto repetitivo. La parte donde aparecen los Dokebis, que me parece la mas interesante, se me queda corto. Habría estado bien que profundizara en esos personajes. Le salva la enseñanza de lo que significa la encontrar la verdadera felicidad.
Por todo ello y, con lo que comenta mi compañera, yo también le doy un voto de RESERVA