Esta es la historia de Kokoro, una
niña soñadora que anhela ver el mar desde que el afilador de la comarca le
dijera que sus ojos se parecían a la inmensidad del océano. Desde ese preciso
instante, preparó su viaje con todo lo necesario para la aventura. Lo que ella
no sabía es que, al finalizar su travesía, su experiencia iba a ser muy
diferente de lo que imaginaba.
Esta intensa obra no se puede
entender sin conocer un episodio de la vida de su autora. María Belón fue una
de las supervivientes, junto a su familia, del devastador tsunami que azotó Indonesia en 2004. Esa horrible experiencia derivó
en una película de J. A. Bayona, “Lo imposible” y este libro nace de una
cuestión que le plantea el director a María sobre el aprendizaje que obtuvo
tras vivir una situación tan traumática. Narrado por una pequeña oruga, la obra
relata la preparación del viaje soñado por la niña protagonista desde el río de
su comarca hasta que llega al mar justo cuando se produce el tsunami. Su relato
es muy simbólico. Percibo el cuidado que la autora ha puesto a cada frase y a
cada elemento que actúan a modo de reflexiones sobre la vida y como mensajes dirigidos
al lector adulto que conoce su historia que, por otra parte, se añade en su
contracubierta. Su final, sin entrar en detalles de la tragedia (me ha
parecido que pasa casi de puntillas) da lugar a unos versos de Pessoa que
responden a la pregunta formulada por Bayona.
A mí me ha dado la sensación de estar
leyendo un libro narrado por un adulto. Suele ocurrir con la incursión en LIJ de
ciertos autores de narrativa. Las voces no son las más apropiadas y, aunque
esté muy bien escrito, es críptico y parece dirigido a un lector con más conciencia
del viaje interior y transformador de María Belón.
Las ilustraciones con ceras gruesas
y en el que predominan los tonos oscuros hasta su mensaje final, donde sus
dibujos alcanzan cierta luminosidad y los ausentes están representadas con
sombras perfiladas en blanco, desprenden cierto aire de melancolía. No lo consideraría un
álbum ilustrado, por otro lado.
Desde luego es una obra que te
remueve al final, pero me falla el modo de narrarlo. Voto negativo.
Totalmente de acuerdo con mi compañera. Es un relato más adecuado para un público adulto por esa carga tan emocional que desprende sobre el aprendizaje, la superación, la conciencia y el desarrollo emocional.
ResponderEliminarSe trata de un viaje hacia lo desconocido y el propio aprendizaje que culmina con un giro poético a través de las palabras del poeta Pessoa cuando nuestra protagonista no encuentra las palabras para describir lo que siente.
Las ilustraciones en varias texturas y con esa paleta de azules refuerzan la atmósfera narrativa del mar y están cargadas de emotividad y expresividad.
Esa mirada introspectiva que exige tanto el texto como las ilustraciones al lector, requiere de una doble lectura que no veo acorde con este tramo de edad. Mi voto también es NEGATIVO.