“Ayer me caí y ¡Pumba!, al levantarme tenía una herida en la
rodilla”, así empieza este álbum, que va contando la relación de la niña
protagonista con su costra. Su padre le
dice que tendrá una costra preciosa, y su madre que pronto se le caerá, pero
esa costra horrorosa se queda y decide llamarla Berta. De repente Berta comienza a hablar, y así nace una especie de amistad en la que niña
interactúa con la costra, contándole historias y compartiendo pensamientos
durante los días solitarios de verano que pasó en casa de sus abuelos. Hasta que un día Berta se va.
Con voz una voz llena de asombro, directa e infantil, el
libro explora el viaje emocional del apego y la perdida, comprendiendo como los
pequeños momentos pueden tener un gran significado en el mundo de un niño. Este
libro trata sobre cómo vivimos acumulando heridas y luego sanando, pero también
de la soledad de ser hija única, y como el aburrimiento puede inspirar a un
niño a convertir una costra en un casi amigo.
Todo ello acompañado con un lenguaje fresco y sencillo y una
pizca de ingenio absurdo. Además de unas maravillosas ilustraciones, siempre resaltadas
por el brillante cabello rojo de la niña. Ilustraciones en las que la paleta de
colores limitada, llena de rojos y naranjas; la sencillez de los trazos, y la forma explosiva
y espontánea del dibujo, consiguen reflejar el tono infantil y alegre de la
niña narradora.
Un álbum premiado, de una autora consagrada, raro, extraño y
divertido. Para mi es un POSITIVO, sin
dudarlo.
Una lectura sencilla que acerca a la protagonista a entablar una relación con una costra que aparece en su rodilla tras una caída. La negación del principio, la aceptación, el apego y el duelo de la pérdida.
ResponderEliminarUn álbum interesante que logra mantener el interés y una sonrisa ante la peculiaridad del relato. Ilustrado a color con tonalidades entre las que destacan los tonos anaranjados que permiten transmitir las diversas emociones por las que transcurre la historia.
Voto positivo.