Lea y su madre van a pasar el día a la gran ciudad. Lea
rápidamente se contagia del ritmo y el color que inundan las calles, de lo
extraordinario de todo lo que le rodea. Y ella se vuelve extraordinaria
también, una valiente leona en la jungla de asfalto que no le teme a nada. ¿O
sí?
Tenemos por un lado la energía y autoconfianza de Lea, mientras
que el personaje de la madre encarna el cuidado y la preocupación por los peligros
que los adultos ven. Niños y niñas de inmediato se van a sentir identificados con
Lea por su ímpetu, su imaginación y sus ganas de descubrir y conquistarlo todo.
La mamá, sin cohibirle, trata de mantener controlada la situación y le insiste
en que no se aleje demasiado. Al final Lea se despista y se pierde, lo que hace
que pierda su rugido: de repente tiene miedo. Refleja muy bien cómo los niños
tienen que tener libertad para ser ellos mismos, explorar y aprender, pero manteniendo
la presencia de la figura del adulto, al que también tienen que aprender a
escuchar. Esto se traduce en una historia que mezcla aventura y arrojo con ternura
y cariño.
Estéticamente es realmente bonito. Potentes rojos, naranjas
y amarillos, en sintonía con lo salvaje de la leona Lea, contrastan con fondos
blancos y tonos suaves para recrear diferentes ambientes. El dibujo es artesanal,
divertido y juvenil. Fiona Woodcock crea texturas con tintas sopladas que consiguen
un efecto aireado, con nebulosas y degradados que evocan las intensidades y emociones
de cada momento. Resultan ilustraciones suaves pero muy expresivas y
sensoriales, llenas de motivos y detalles sin necesidad de perfilar cada forma. Me parecen de gran riqueza visual y belleza. Para mí es voto POSITIVO.
Lea va con su madre a la ciudad y allí descubre gente extraordinaria, colores y ruidos interesantes, etc. se cree un león muy valiente mientras pasea. Está tan absorta en todo lo que ve que, de repente, se despista y se queda sola. Y la leona pierde su valor hasta que aparece su madre, de nuevo, y abrazadas se despiden de la ciudad.
ResponderEliminarCon una estética suave y envolvente la historia de Lea conmueve porque nos vemos reflejados en ella. Nos sentimos valientes, atrevidos mientras visita la ciudad y la voz de la madre nos recuerda, a Lea y a nosotros, que la está protegiendo. Pero nos entra temor e inseguridad en cuanto Lea persigue a la mariposa y su madre no contesta.
Es un libro bonito con un toque de suspense que seguro gusta a los prelectores. Mi voto es POSITIVO.