Juan tiene la certeza de que un día los piratas llamarán a su puerta y vendrán a buscarle. Su familia lo asume con naturalidad y el timbre va deparando sorpresas aunque nunca lleguen los ansiados piratas. El tono general es humorístico con multitud de situaciones chocantes y surrealistas. Combina personajes, a cual más entrañable, con hallazgos estupendos como un cocodrilo cómplice y cansado que se convierte en el mejor aliado del protagonista. Si los piratas no vienen por su propio pie, algo habrá que hacer para atraerlos. La historia es fresca, ágil y bien acompañada por ilustraciones que reproducen de forma acertada el tono general de la narración. Tiene un final sorprendente aunque para esas alturas el lector lo que desea más que nada es que todos sean felices así que la propuesta es bien recibida.
El título no es muy adecuado para la franja de 6 a 8 en cuanto a lectura autónoma pero es una buena opción para la lectura compartida. Encaja mejor en la franja a partir de 9 años.
Personalmente a mí me parece un historia atractiva, bien estructurada, bien narrada y con un tono impregnado de alegría.
A mi también me han gustado las aventuras y desventuras de esta tripulación que nunca llega a tiempo. La narración está cargada de humor, rimas y situaciones de lo más absurdas. Además nos deja como enseñanza la importancia de la organización y el valor del tiempo. La ilustraciones son coloridas, de contrastes fuertes, dinámicas y con personajes muy expresivos. Aunque aparentemente puede encajar en el tramo de 6 a 8 si que precisaría de una lectura compartida. Para una lectura autónoma yo lo veo más adecuado al igual que mi compañera en el tramo siguiente.
ResponderEliminarEs una lectura ágil, ingeniosa, con una buena dosis de humor y algo irreverente. Tiene una mezcla irresistible de acción, fantasía y personajes entrañables. El lenguaje es accesible pero está lleno de guiños inteligentes y situaciones cómicas que despiertan una sonrisa en cada página.
ResponderEliminarLa trama nos presenta a un grupo de piratas muy poco convencionales, estos son torpes, tiernos y por supuesto, nada puntuales. Su cuya mayor dificultad no es encontrar tesoros, sino llegar a tiempo a sus propias aventuras. Lo que podría parecer un simple chiste se convierte en el punto de partida de una historia, como poca, creativa, donde la puntualidad (o su ausencia) desata todo tipo de situaciones inesperadas, desde viajes en el tiempo hasta enredos con criaturas mágicas y mapas imposibles.
No solo entretiene, también invita a reflexionar sobre el valor del trabajo en equipo, la amistad o la perseverancia.
Es una historia divertida, con corazón y mucha imaginación, La mezcla de ternura e imaginación consiguen un equilibrio perfecto que deja con ganas de más aventuras junto con estos piratas bucaneros.
Estoy de acuerdo con mis compañeras en pasarlo al tramo de Más de 9 años (aunque no para 11 años) y en darle un merecido Positivo.