Érase una vez un diccionario que, con la idea de contar una
historia como hacen el resto de los libros y aprovechando que tenía todas las palabras…
decidió que éstas cobraran vida para ofrecer una peculiar historia. Con ganas de
comer, un aligátor irrumpe entre las páginas y se sumerge entre el resto de las
palabras atraído por el delicioso olor de un dónut. El cuál, alarmado, huye
despavorido hasta que se topa con un fantasma dormido…
Una historia alocada repleta de guiños divertidos en la que
la persecución forma parte de la trama y que finaliza con el propio “disgusto”
del diccionario que solicita ayuda al abecedario para volver aponer todo en su
sitio y regresar a ser un de nuevo un diccionario.
Oliver Jeffers, relevante autor de literatura infantil, vuelve a unirse a Sam Winston, con el que fue galardonado en la Feria de
Bolonia de 2017 por “La niña de los libros”. De esta nueva cooperación surge este cuento en el que ambos se complementan, con un
texto hilado, coherente (dentro del caos en el que te emerge el relato) y con
múltiples detalles entre sus ilustraciones que no permite olvidarnos que el protagonista es el
diccionario.
Me parece una genial y sugerente historia en la que con humor nos
muestra la capacidad creativa de los autores con la racionalidad del orden
alfabético para desencadenar cada uno de los sucesos.
Voto positivo.
Oliver Jeffers y Sam Winston se unen nuevamente para crear un libro lleno de creatividad e ingenio visual, que no deja indiferente. El diccionario está harto de no saber de que trata y hará que sus palabras cobren vida y entre sus páginas una historia alocada tendrá lugar.
ResponderEliminarIngenioso, divertido, caótico, original. Parece que Oliver Jeffers siempre tiene que estar en la muestra, pero es que haciendo cosas como esta, no queda más remedio. Para mi es un POSITIVO.