Huyendo de la lluvia, Flavio se
refugia en una tienda de juguetes antiguos. Allí se siente extrañamente atraído
por un pequeño carrusel con cinco caballitos de cobre que, curiosamente, carece
de mecanismo para hacerlo funcionar. El dueño, un viejo que parece escapado de
un cuento de fantasía, le vende el tiovivo por un precio simbólico.
A partir de ese día, empiezan a
ocurrir cosas extrañas: el carrusel se mueve solo, Flavio se despierta por las
noches siempre a la misma hora y sufre extrañas visiones. Nuestro protagonista
tendrá que investigar por qué ese siniestro carrusel ha llegado a sus manos.
Todo parece tener relación con un caserón abandonado en el que vivió un afamado
ilusionista y nigromante cien años atrás...
Quizás no sea casualidad que Flavio
se encuentre ante toda esta aventura.
La lectura de este libro tiene un
ritmo ágil debido a que está lleno de diálogos que hacen muy amena la historia,
desde el primer capítulo quedas atrapado por esta historia de intriga con
tintes fantásticos a la que se suma la historia personal del protagonista en la
que se abordan temas que atañen a la mayoría de los adolescentes, amor,
amistad, discriminación, exámenes etc. Durante todo el libro se respira un
ambiente inquietante que permite mantener la tensión narrativa.
La historia está ambientada en
Madrid y hace referencia a lugares emblemáticos de la ciudad.
El desenlace es sorprendente con
una trama muy bien armada. Los personajes están muy bien perfilados y muchos
adolescentes se pueden sentir indentificados con ellos. En alguna ocasión se
introduce alguna pincelada histórica que le hace también interesante.
Voto: Positivo
Flavio es un chico con una vida predecible. Del instituto a casa, algún paseo con amigos y el villar. Acaba aprobando pero no estudia mucho, igual que sus amigos.
ResponderEliminarEn un paseo empieza a llover y se refugia en una librería. Allí se sentirá atraído por una zona de juguetes antiguos y, en concreto, por un pequeño tiovivo con cinco caballos que no parece tener mecanismo para funcionar. El librero se lo acaba vendiendo por un precio muy bajo y se lo lleva a casa sin saber muy bien por qué lo ha comprado.
Es un chico que se siente solo, con una crisis de identidad. No tiene parientes cercanos, solo su madre.
Poco a poco el tiovivo se pondrá en marcha sin avisar con una música infantil y los caballos que le miran furiosamente. Luego vendrán más fenómenos paranormales que le llevan a un palacete antiguo y deshabitado y a una investigación que desvelará secretos de su propia familia.
A mí me ha parecido algo plano, sin ritmo y sin sucesos suficientes. Pero tiene muchos ingredientes para gustar a este grupo de edad: comentarios sobre las asignaturas que está cursando, una madre que está muy encima de él, una crisis de identidad, un grupo de amigos, buena dosis de misterio y miedo, una chica que le tira los tejos y otra que le hace perder los nervios.
Así que, por ello, le doy un voto positivo