27 junio, 2025

Monstruos/ Stéphane Servant/ Il Nicolas Zouliamis/ Trad. Ana Romeral Moreno/Siruela. Las tres edades.


En un remoto lugar existe un pueblo habitado por criaturas singulares. Un día aparece un circo, el Circo Delosueños anunciando sus atracciones y, especialmente, una criatura extraña, primitiva, una bestia aterradora. Otto vive con su familia y es especial, más por su forma de ser que por su aspecto. No comparte intereses con los otros chicos de su edad. Desde bien pequeño le conocen como "Corazón de gorrión", un mote que intenta ser ofensivo y que le acompaña siempre. Llega el día de la función y por fin todos podrán conocer al monstruo pero Otto no apreció en él ferocidad ni agresividad sino que vio a alguien que, como él, estaba un poco asustado, expectante y confundido. Al acercarse para ofrecerle algo de comida, sintió cercanía en lugar de temor. Pensó que podría incluso encontrar un amigo. 

El monstruo se escapó y empezó la búsqueda con la intención de acabar con él. Todo el pueblo participaba. Otto le encontró escondido en su gallinero y logró comunicarse. Las canciones del monstruo le mostraron su historia y era triste y explicaba cómo había llegado a la jaula en la que le exhibían, y  así descubrió que compartían algunos miedos y sensaciones pero fue cuando le ayudó a volver a su casa cuando logró superar algunos de ellos, se enfrentó a los abusones que se burlaban de él y, además, supo que la apariencia no es lo principal sino las acciones. 

Las imágenes, en blanco y negro, a lápiz, con una rica gama de grises y texturas van desarrollando algunas partes de la historia, tomando el relevo al texto. Llenando cada página por completo, sin márgenes, se articulan a modo de viñetas en ocasiones que nos permiten conocer la historia del monstruo y la aventura. El final es muy interesante, simbolizando la amistad y las emociones compartidas con dos muñecos que, distintos, están en el mismo espacio, un cajón de juguetes en la habitación de Otto y pertenecen a cada uno de los chicos.

Es interesante cómo se cambian los papeles, el monstruo es humano y los habitantes del pueblos son monstruos variopintos. Juegos de luz y sombra crean un ambiente donde las emociones se dibujan.

Las cubiertas invierten el orden, son blanco sobre negro y crean, con esta oscuridad rota por tipografía y motivos en dorado, una atmósfera misteriosa. Hay una doble página que, siendo la primera y preludio de lo que ocurrirá en las dobles páginas siguientes, el cambio de lenguaje para desarrollar la historia, se queda inconexa, quizá por la excesiva fuerza de los pájaros y al ser las dos primeros planos. (32-33)

Voto positivo
 

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